domingo, 14 de junio de 2009

Ese perro te sigue mirando

Cuando no sabes el significado del amor te aferras al sufrimiento, o peor aún, a un trabajo que absorbe tu tiempo. Las fotografías desaparecen cuando las miras demasiado. Tus gestos son odiosos, ¿piensas que me gusta que me maltraten? Las hojas saben dialogar con el viento. Sin esfuerzo, consigo ser un eremita. La fiebre sube porque no llego a fin de mes. Algunas veces, una despedida sabe a vinagre y otras, a algodón dulce. Perdí mi fe en los hombres por no saber cómo combatir la cobardía. Los periódicos mienten por dinero y poder. Todavía no me has dicho tu nombre. Te lo diré cuando dejes de llorar, ese perro te sigue mirando.