miércoles, 30 de diciembre de 2009

Vamos a por tabaco a Gibraltar

Entiendo que las mujeres hermosas se acerquen a los hombres gordos.

¿Qué más da el tamaño de un cuerpo para conseguir tus objetivos?

Los gustos son un invento.

Los gustos, mi niña, joden la economía. Y para qué vivir mal si podemos vivir bien.

Todos los pueblos se aburren de la misma manera

No he visto nada de lo que viví. Si hubiera sabido que no me querías. Ahora encuentro el comienzo de una ópera en cada colibrí. La niña tiene esos ojos tan negros como su futuro. Un beso tuyo no vale un duro. Si hubiera sabido que no me querías.

El transportista no encuentra la calle...

… y piensa… Todos los bigotes son sospechosos.

Sentado en un tren piensa...

Uno se está fumando el porro que a mí me falta. Ahora tienes que ser un guarro descarado para que las chicas te follen. Alguien debe decapitar a Melendi. Puto cretino. Lee el Marca, el único periódico que no dice mentiras, jajajaja. Otra vez llueve, pero esta vez hace más frío. Esa chica tensa las rodillas y se le quedan los pies de pingüino. Ahora comprendo porqué no puedo enamorarme de ellas. Decido bajar, y me encuentro a ese hombre, sin culo, con las manos en los bolsillos del pantalón, pelo mojado, frío monacal. Dice: “Si quieres podemos pasar un rato en mi habitación”. Y no sé porqué me da pena y acabo con su dedo dentro de mi culo. Los soldados estamos pegados a las balas.

Los silbidos de pascua

Ya nadie silba en la calle, por eso, cuando lo hago, causo desconcierto. Excepto a los argentinos, que, supongo, deben de tener incrustada en la memoria esta cualidad callejera, y, cuando me escuchan, se giran y dicen, sin pensarlo: “¿Vos no serás Argentino?”. Ante lo cual, me limito a gesticular negativamente con la cabeza, mientras la melodía continúa. Tantos y tantos argentinos se giran. Son pequeñas cosas las que se echan de menos.

El deporte

¡¡¡¡El deporte está en subir las putas escaleras, jodidos vagos!!!!

¿No será que ese pensamiento tuyo es, simplemente, una frase hecha?

Me gusta cuando te llevas el dedo a la boca, porque vuelves a una edad donde todo fue puro. Eso de las generaciones es un invento cochambroso, ridículo, antiguo, ya que todas las personas, tenemos vicios y virtudes. En cincuenta mil años, las bajas pasiones, que reglan nuestras vidas, siguen siendo las mismas. No es palabrería, está demostrado científicamente, por una anciana italiana, que, es muy probable, siga disfrutando de estar encerrada en su estudio.

Kathy Olivas (Pintora)






Raro



Te busco total

martes, 29 de diciembre de 2009

Era tan joven cuando...

Los recuerdos saben torturar el presente. ¿Cuánto hay que pensar? Roma pasta, Basilea reloj de cuco, Marruecos alfombra, Londres cabina roja, Lyon quesos, Berlín pinta de cerveza. No sé porqué, pero me gusta que los niños miren. Si no, este banco de madera se hace tan frío. Y ya no soy el de la foto.

The rain

Soy adicto a las segundas partes. En tu danza está la cuenta atrás. Noche y día, se marchan tan rápido. Es interesante que no sientas un pensamiento tuyo como parte íntegra de ti, de lo que representas. La salida y el regreso son siempre una lata. ¿Estarás en medio, Felicidad? O tengo que esperar a que el perro de Wislawa me ladre: “ Qué apuro y qué vergüenza. Tanto dinero tirado en el espacio”.

Ahora sirve para anunciar televisores

Danny Lyon (Fotógrafo)

No pongas los pies en el asiento delantero

Es lamentable la personalidad de las personas si estudias sus zapatos. Dale al hombre una oportunidad para odiar, y lo hará. Dale una oportunidad para amar, y buscará un excusa.

Un palo entre las piedras

¿La estupidez va a dejar de moverse?

Mi corazón y mi cabeza habitan un lugar que mi pene no frecuenta.

Las palabras son fantasmas

Tanta queja, sólo sirve, para que me dé un profundo dolor de cabeza. La honorabilidad se ha suicidado.

Una hostia y un abrazo para entrar en calor

Vas a sentir que te apagas, y que tienes la necesidad de decir una frase, que contenga el amor que perdiste, para evitar la desdicha, que te produce la muerte inminente. El final siempre es el mismo para todos. Una verdad que no se olvida, pero se destierra.

Borrosas

En la repetición ¿vive el conocimiento?

El paseador de perros

Sólo espera

Una mierda o un orín

Que pueda ver con sus propios ojos.

De vuelta a casa

Siente el dinero en el bolsillo

Y la alegría

De poder encerrarse

(En casa)

Para ver una película,

Mientras en el jersey

de polyester

Se acumulan los pelos

De un caniche.

Una batalla honorable (si eso es posible)

Todo lo que oye, flota.

Mientras que lo que escucha, se asienta en la tierra.

En cualquier momento, se puede echar a llorar.

Todo depende de una llamada telefónica. No le importa hablar del clima de su ciudad, por el simple hecho, de que, su única pretensión, es poder escuchar su voz, aunque no diga nada importante.

No sabe soportar el silencio, pero sí los golpes.

Un bombero hace su casa con sus propias manos

El tiempo mantiene su poder sobre mi cuerpo,

Pero ya le he arrebatado el poder que ejercía sobre mi cabeza.

La estúpida disciplina de permanecer

Mi cabeza dice que huele a su tortilla de patatas, y,

Mientras tanto, las manos intentan simbolizar todo el amor en un gesto.

Pero el recuerdo no se ahoga, aunque sea frágil y maleable.

Es una burla, preámbulo de la lucha que será imperecedera, al tiempo.

El dolor, ejercicio contaminado, que se borra, queriéndose a sí mismo.