miércoles, 30 de diciembre de 2009

Sentado en un tren piensa...

Uno se está fumando el porro que a mí me falta. Ahora tienes que ser un guarro descarado para que las chicas te follen. Alguien debe decapitar a Melendi. Puto cretino. Lee el Marca, el único periódico que no dice mentiras, jajajaja. Otra vez llueve, pero esta vez hace más frío. Esa chica tensa las rodillas y se le quedan los pies de pingüino. Ahora comprendo porqué no puedo enamorarme de ellas. Decido bajar, y me encuentro a ese hombre, sin culo, con las manos en los bolsillos del pantalón, pelo mojado, frío monacal. Dice: “Si quieres podemos pasar un rato en mi habitación”. Y no sé porqué me da pena y acabo con su dedo dentro de mi culo. Los soldados estamos pegados a las balas.