miércoles, 30 de diciembre de 2009

Los silbidos de pascua

Ya nadie silba en la calle, por eso, cuando lo hago, causo desconcierto. Excepto a los argentinos, que, supongo, deben de tener incrustada en la memoria esta cualidad callejera, y, cuando me escuchan, se giran y dicen, sin pensarlo: “¿Vos no serás Argentino?”. Ante lo cual, me limito a gesticular negativamente con la cabeza, mientras la melodía continúa. Tantos y tantos argentinos se giran. Son pequeñas cosas las que se echan de menos.