lunes, 1 de junio de 2009

Buscando un momento imperfecto

Necesito más dinero, pero sólo tengo una piedra que atrae la mala suerte. No me hacen gracia tus bromas. Cuando algo llega a su fin, llega. Ha salido el sol, y los anuncios dicen que es el momento perfecto para que te pongas a dieta. Tu horóscopo habla de preocupación y silencio. Lo que está claro es que en un puerto de mar tú no eres mi barca. ¿Desde cuándo el poder se reparte? Somos racistas y tiene su lógica, porque nuestra mente borrosa sólo sabe construir tópicos que se emborrachan con el miedo. Estoy detenido en el tiempo. La serpiente y la sirena te protegen. La muerte es un personaje más, vendrá a buscar lo suyo. Mientras los niños matan a las flores, una mujer se maquilla, obscenamente, en el tren. Burkha y maquillaje son la misma mierda, pero, parece, que occidente está en una posición privilegiada para afianzar una venganza llamada el bien y el mal. Los coches observan el cruce de piernas de una colegiala. Otra vez más… las mismas caras, los mismos gestos. Ocho horas y cuarenta y dos minutos, treinta y dos grados centígrados. Él es zurdo cuando se refleja en el cristal, y sus labios susurran: “quiero a ese hombre, por lo que representa en la intimidad de una habitación cerrada”.