miércoles, 30 de septiembre de 2009

No luches, niña

¿Cómo puedes decir que yo tengo la culpa si ni siquiera sé lo que significa la palabra culpa? Me aburres tanto. Lo imaginaba. Las púas del cactus se han clavado en la piel. Un anuncio pone el mismo nombre a todos los perros. Venga, va, dime, ¿qué órgano del cuerpo se alimenta de quejidos y lamentos? No usemos con tanta facilidad las palabras. Un gesto, de amor, que anule tu vocabulario. Llega la calima y va a arrasar con todas las flores. No voy a rezar por todos los pusilánimes, sólo me interesan los árboles. Tus venas, cariño, se parecen a los túneles de un hormiguero.