martes, 23 de noviembre de 2010

Poligamia

A mediados del siglo XIX, Joseph Smith caminaba por un prado, y, gracias a su fe profunda, tuvo una revelación: Todo hombre, para salvarse, debía tomar más de una esposa. Dejó, tras de sí, treinta y tres viudas. No puedes llevar esta vida si no te entregas al ciento por ciento, con todo el amor del que dispongas, sin miseria. Y, también queda claro, que te tienes que ir a vivir al desierto, con tu familia numerosa, si no quieres que tus vecinos hagan con la piel de tus hijos y mujeres unos cuantos bolsos de mano.