lunes, 15 de noviembre de 2010

El oro de tus días dónde está

Hay fotografías de ti. Un salón a tu entera disposición, sin la luz adecuada para leer unas cartas que nadie recomienda. Es una ciudad llena de señales. Por lo menos reconozcamos que somos egoístas. Se acabaron las comparaciones entre hermanos. O mejor, se acabaron las comparaciones. Un ticket para una nueva clase de autoescuela. No sabe cómo funciona un cinturón. Sin embargo, acumula cientos de gafas de sol. Vamos al campo!!! La vendimia será buena para nuestra espalda. Dame el dinero que ya me las apañaré yo como pueda. Desde luego, nunca debes cantar victoria, aunque nadie consiga derrotarte. Tantos juegos de palabras, para decir mentiras. Sólo me quedo con el roce de tu dedo en mi mejilla. Una nueva pintura en la pared. El escondite secreto de todos tus vicios. Me gusta el sonido de las teclas cuando las pulso con fuerza. Efectividad, así lo definiría y luego, quemaría la palabra. Desde luego, si tu espalda funciona bien, tu mente también. Un escalofrío, el sonido de unas zapatillas resbalando por el suelo, dos tazas que chocan, un tapón que se cae al suelo, agua y un cepillo que suena como una locomotora y lava los dientes. Todo esto, son los detalles de cinco minutos de mañana. Gris, como la estúpida indumentaria de un portero de fútbol. Parece que se acaba el desfile de fieles. Que corra el aire, que se abran las ventanas, que salga el olor a podredumbre humana. Es tan difícil mantener, recta, la espalda. Parece que esta silla lo consigue por mí. Una cita atrasada con el médico. Unos análisis que esperan tu pronta recuperación. Deja circular libremente a tu cerebro y conectará, partes de ti, desconocidas. Sigo diciendo que lo mejor es no hacer nada. Las soluciones no están en el destino. ¿Dónde está el lema que dice “eres dueño de ti mismo”? Es cierto que las palabras trabajosas se olvidan. Dar carnaza para no recordar. La autoestima que tan necesaria parece. Aunque toda necesidad sea innecesaria, porque, nos lleva por un camino, que no queremos descubrir.