martes, 13 de octubre de 2009

Veo a un hombre salir de arenas movedizas

Ahí delante hay una valla y detrás un pozo y un camino. Puede que eso sea la esperanza. Después, la misma sintonía, cargada de malas noticias. La violencia está detrás de todo. El moscón choca constantemente contra la viga de madera. La mafia destruye el ozono. ¿Por qué no rinden los trabajadores españoles? Habrá que pensar en los goles de un equipo blanco. Escuché, llegué, me senté, y no consumí nada. Pensé en el viento, mientras estaba sentada en la sombra de un aligustre. Ese hombre, chasqueó la lengua y sacó el jugo de la ciénaga de una muela. Colombia está en mi sangre, no necesito verla en las calles. La carne huele. No sé qué debo hacer con tantos nudos. Cara morbosa, manos de niño. Será mejor que rechaces el paseo en barco. Vas a pensar sí, para acabar diciendo no. Una mujer con inquietudes al lado de un hombre al que se le ayuda si no le ponemos un adjetivo. A los curiosos, larga vida.