martes, 13 de octubre de 2009

Un nuevo medicamento que no pueda vender un farmacéutico corrupto

¿Sabes qué?

Dime.

Hoy he pasado toda la mañana pensando que vivimos de dar pena y nos encanta.

Terrorismo sentimental, ¿verdad?

Eso es, terrorismo sentimental.

¿Y qué podemos hacer?

Algo simple, desenmascararnos.

Si lo hacemos hacia nosotros mismos y luego hacia los demás, que sepas, que algún estúpido ignorante (por muchos conocimientos que atesore) te llamará pesimista, mal educado, prepotente, o cosas peores, como por ejemplo, que tendrá la paciencia suficiente para ver tu cadáver pasar por delante de la puerta de su casa.

¿Sí?

Dalo por hecho.

Jajajajajajajaja, seguro que eso ya me ha pasado.

¿Y qué piensas hacer?

No lo sé, no lo he pensado.

Pues cuenta conmigo.

Gracias.

De nada.

Tal vez, lo siga haciendo porque considero que la autocompasión te vuelve idiota. Y algo me dice que podemos obtener algo mejor.

Ahhhhhh, que conste que no soy médico, pero, algo, dentro de mí, me dice que, siguiendo esta técnica, podemos erradicar el cáncer. Puede ser una tontería, pero lo pienso.

Silencio.

¿Sabes qué?

Dime.

Lo mejor sería… no hacer nada, porque el ser humano está podrido. Intentar cambiar la locura te convierte en un loco.

Pensaré en ello, lo prometo.

Además, los árboles podrían seguir creciendo.

Jajajajajajaja, qué importa hacia donde vaya el avión, si al final, tendrá que aterrizar.