martes, 13 de octubre de 2009

¡Hay muerte después de la vida!

No hace falta que sigas simulando que amas y deja de consumir para sentir satisfacción en esta vida de tantas curvas. Con mi supercámara puedo registrar los ojos de aquellos que no miran. Aparentemente, mis zapatillas están en el asiento trasero del coche de una chica que no conozco. ¿Podemos registrar tu pesadilla en vídeo? En realidad, lo que me apetece hacer, de verdad, y por lo he venido es… a mirar. Amigo, esta casa te encantaría, está rodeada de hermosos lagartos. Algún día no escucharemos los instrumentos. Reconozcamos que nos encanta hablar de los demás. Y que disfrutamos mucho cuando vimos como un niño tenía como mejor amiga a una serpiente cobra.