jueves, 21 de mayo de 2009

Dientes de humo

Hoy comemos huevos de avestruz. Hay pruebas que demuestran que, en un día pasado, el agua y la vida reinaron en esta tierra. No hay melancolía en el desierto. Todo se reduce a saber decir muy bonito. Estamos en un coche; a mi derecha las montañas; a mi izquierda el desierto; y nuestros cuerpos ocupan un centro incierto. Algo se ha quebrado, pero, por suerte, ahí está el señor que repara las heridas. Yo soy otro, y él sabe que va a hacer de mí una marioneta. ¿Es cierto que el sufrimiento es motor de creación? No lo sé, creo que no, aunque muchas veces el grosor de las letras me saca de quicio. Todo esto es un juego, aunque algunos lo tildarán de pretencioso. La falsa primavera ha hecho brotar algunas flores que van camino de pudrirse. No hagas del ateísmo una religión. Para investigar a los falsos profetas son imprescindibles los trapos de cocina. Hay gente que busca cojonazos. Adiós a los espejos, así no tendrás ningún problema con tu cuerpo. Nadie está exento de ser un idiota. Hola, buenos días, ¿quién se presenta para trabajar como lanzador de cuchillos?