viernes, 3 de septiembre de 2010

El cerebro no puede intervenir en la felicidad

La fantasía gobierna nuestras vidas, tan adictiva como un gran relato. Quien es derrotado por una idea golpea. Pensamos que cambiamos lo que somos, pero el corazón sabe que mentimos. ¿De verdad piensas que el conocimiento es la mejor arma contra el dolor? Aquí sólo triunfan los imbéciles. Es tan patético que rechaces la compasión. Pelotazo de ron, atroz peluquín. Me gusta ver tu vestido caminar por nuestro jardín. Mariposa tibetana no vuelvas al Himalaya, está lleno de latas de Coca Cola. Tu lengua es chocolate de Madagascar, pero me aburre tanto que sólo te importe que la alfombra no tenga pelos. Pocos son capaces de comprar tiempo, porque si te paras, piensas, y si piensas, mueres. Hay tantos yonquis defendiendo una empresa privada.