viernes, 5 de febrero de 2010

Hay una hora en que todos los teléfonos suenan

Será mejor que no persigas el placer, sino la ausencia de dolor, Aristóteles dixit. El desierto no te engaña, te muestra la nada, donde encontrar algo pequeño y valioso. ¿Te atreves a quererme? Tus besos ya no dicen nada nuevo.¿Cómo se cura un hombre adicto al movimiento? No lo sé, nunca me pondré a pensarlo.